El 5-Segundo truco para Solemnidad de la Inmaculada Concepción

El 5-Segundo truco para Solemnidad de la Inmaculada Concepción

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Y además, a todos y cada uno de los que continuaren interpretando las mencionadas Constituciones o decretos, de suerte que anulen el atención dado por éstas a dicha sentencia y fiesta o culto tributado conforme a ella, u osaren promover una disputa sobre esta misma sentencia, fiesta o culto, o hablar, predicar, tratar, disputar contra estas cosas de cualquier forma, directa o indirectamente o con cualquier pretexto, aún examinar su definibilidad, o de aclarar o interpretar la Sagrada Escritura o los Santos Padres o Doctores, finalmente con cualquier pretexto u ocasión por escrito o de palabra, determinando y afirmando cosa alguna contra ellas, O aduciendo argumentos contra ellas y dejándolos sin decisión, Ya discutiendo de cualquier otra modo inimaginable; fuera de las penas y censuras contenidas en las Constituciones de Sixto IV, a las cuales queremos someterles, y por las presentes les sometemos, queremos todavía privarlos del permiso de predicar, alcanzar lecciones públicas, o de enseñar, y de interpretar, y de voz activa y pasiva en cualesquiera elecciones por el hecho de comportarse de ese modo y sin otra proclamación alguna en las penas de inhabilidad perpetua para predicar y acertar lecciones públicas, enseñar e interpretar; y que no pueden ser absueltos o dispensados de estas cosas sino por Nos mismo o por Nuestros Sucesores los Romanos Pontífices; y queremos asimismo que sean sometidos, y por las presentes sometemos a los mismos a otras penas infligibles, renovando las Constituciones o decretos de Paulo V y de Gregorio XV, arriba mencionados.

Sin embargo, el iniciador del movimiento protestante, Martín Lutero, dijo: Es dulce y piadoso creer que la infusión del alma de María se efectuó sin pecado diferente, de modo que en la mismísima infusión de su alma ella fue aún purificada del pecado llamativo y adornada con los dones de Altísimo, recibiendo un alma pura infundida por Alá; de modo que, desde el primer momento que ella comenzó a vivir fue libre de todo pecado.

Frente a todo nos impresiona siempre, y nos hace reflexionar, el hecho de que ese momento decisivo para el destino de la humanidad, el momento en el que Altísimo se hizo hombre, está envuelto de un gran afasia. El aproximación entre el mensajero divino y la Inmaculado Inmaculada pasa completamente inadvertido: ninguno lo sabe, nadie acento de ello. Es un acontecimiento que, si sucediera en nuestros tiempos, no dejaría rastra en periódicos ni revistas, porque es un intriga que ocurre en el mudez. Lo que es verdaderamente conspicuo a menudo pasa desapercibido y el quieto silencio se revela más copioso que la frenética agitación que caracteriza nuestras ciudades, pero que —con las debidas proporciones— se vivía no obstante en ciudades importantes como la Jerusalén de entonces. Ese activismo que nos hace incapaces de detenernos, de estar tranquilos, de escuchar el afonía en el que el Señor hace ser todo oídos su voz discreta.

El texto del Evangelio guarda una estrecha relación con la carta a los Efesios (1,3ss) que la liturgia nos ofrece actualmente como Segunda Leída; se trata de un himno de alabanza, empíreo y abundancia que celebra el plan de Altísimo para la humanidad: "Bendito sea Alá, el Padre de nuestro Señor Jesús, que nos ha bendecido en Cristo con toda clase de riqueza espirituales en el paraíso, y nos ha favorito en Él, antiguamente de la creación del mundo, para que fuéramos santos e irreprochables en su presencia, por el amor.

] fue preservada inmune de la herencia pecaminosa de Eva Inmaculada Concepción y Adán. Esta concepción no se refiere al acto generativo de sus padres –

Elevemos nuestros corazones cerca de la Doncella María, para que nos ayude a reconciliarnos con el Señor cada vez que nos alejamos del inclinación de Altísimo.

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La Sagrada Escritura nos revela que en el origen de todo mal se encuentra la desobediencia a la voluntad de Alá, y que la crimen ha dominado porque la voluntad humana ha cedido a la tentación del Maligno. Pero Todopoderoso no desfallece en su designio de aprecio y de vida: a través de un dilatado y paciente camino de reconciliación ha preparado la alianza nueva y eterna, sellada con la sangre de su Hijo, que para ofrecerse a sí mismo en expiación «nació de mujer» (cf. Ga

Para ser la enemiga irreconciliable de la serpiente y de su linaje, María debía estar exenta de todo dominio del pecado. Y esto desde el primer momento de su existencia.

Y asimismo estas palabras —en cuanto se refieren a todos los cristianos— se refieren a María de modo magnífico. Ella — precisamente Ella como Origen— ha adquirido en el cargo más alto la "acogida divina": elegida para ser hija adoptiva en el imperecedero Hijo de Alá, precisamente porque El debía llegar a ser, en la Hacienda divina de la salvación, su seguro Hijo, nacido de Ella, y por esto Hijo del Hombre: Ella como frecuentemente cantamos—

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En el corazón de las ciudades cristianas María constituye una presencia dulce y tranquilizadora. Con su estilo discreto da paz y esperanza a todos en los momentos alegres y tristes de la existencia.

“Para ser la Madre del Salvador, María fue ‘dotada por Alá con dones a la medida de una misión tan importante’. El ángel Gabriel en el momento de la anunciación la besalamano como ‘llena de Chispa’.

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